Luis Fernando Alejos habla sobre marcas en navidad y como pueden ser venta o vínculo.
Luis Fernando Alejos – Web Presence Manager en The Purpose
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Debajo del árbol navideño
“Sé lo que se siente que te decepcionen”. Vinnie, un mafioso encantador en la película My Blue Heaven, cuenta una historia de tristeza navideña. Si bien su anécdota es temporalmente interrumpida por tipos con armas, se resume en lo siguiente: cuando tenía 8 años su tío favorito (Alfresco) le prometió una bicicleta como regalo de Navidad. Vaya sorpresa tendría el pequeño Vinnie cuando corre hacia el árbol en la mañana de 25 de diciembre solo para encontrar a su tío favorito muerto, con un agujero de bala en la nuca, y además… “cero bicicleta”.
Se debe tener cuidado cuando se realizan promesas. Los vínculos que podemos establecer o romper, dependiendo de los resultados de los ofrecimientos que hagamos, son enormes. Anunciantes, marcas y agencias de publicidad corren con tal de llegar o sobrepasar metas de fin de año. ¿Qué es lo más importante? ¿Cimentar el lugar de una marca en el imaginario de su público objetivo? ¿Alinear las metas de ventas con las estrategias publicitarias?
Esta guía de Shopify nos enseña que en esta época la mayoría de las personas no están comprando para sí mismos: “Es algo obvio, pero la cantidad de comerciantes que olvidan esto es sorprendente. Para los compradores, noviembre y diciembre se convierten en meses para comprar regalos. Así que la mayoría de las tiendas online necesitan cambiar el enfoque del tipo de compradores potenciales, considerando que en sí no son ellos en los que compran, sino sus amigos y familiares”.
Pareciera, entonces, que nos convertimos en compradores hologramas. Interpretamos los deseos ajenos y los traducimos en una especulación al momento de comprar. Las ventas también no necesariamente deben ajustarse a un periodo específico; por ejemplo, en este anuncio de HP (un esfuerzo de co-branding ajustado al estreno de la más reciente película de Star Wars: The Force Awakens) fácilmente podemos describirlo como “atemporal”, ya que funcionaría tanto para el Día de San Valentín como para cualquier celebración que amerite la posible compra de una laptop HP.
Prometámonos, entonces, no morir en el intento. No prometer en vano al pensar como consumidores, ni desesperarnos como anunciantes o marcas. El año tiene doce meses y sería un tanto ridículo tratar de apretar la mayor cantidad de ventas en noviembre y diciembre, cuando los mercados se saturan. Pero bueno, muchos publicistas no se animarán a recordarles eso a sus clientes, aunque tal vez deberían.