06/12/2015
Vía Associated Press:
El arzobispo capitalino José Luis Escobar Alas juró con la mano sobre la Biblia y en nombre de Dios que nunca ha sobornado a supuestas víctimas para ocultar abuso sexual de sacerdotes salvadoreños, como lo denunció recientemente una mujer que dice que tuvo un hijo con un clérigo que ya murió.
«Juro ante Dios y de forma pública que yo jamás en la vida he sobornado a una persona», dijo el prelado católico en conferencia de prensa acompañado del obispo auxiliar Gregorio Rosa Chávez.
Recientemente una mujer que no se identificó, aseguró haber sido abusada sexualmente por un sacerdote salvadoreño con quien procreó un hijo y afirmó que cuando se presentó ante Escobar Alas para pedirle que hiciera público que ella había sido violada por el clérigo, el arzobispo respondió que no podían hacer nada, que el sacerdote ya estaba muerto y para callarla le entregó un cheque por 5.000 dólares.
La mujer, que ahora tiene 47 años, asegura que fue abusada sexualmente en reiteradas ocasiones desde los 13 a los 21 años, por el fallecido sacerdote Leopoldo Antonio Deras Guillén, con quien procreó un hijo.
Pero tanto el arzobispo Escobar Alas como el obispo auxiliar Rosa Chávez, que reconocieron haber hablado con la mujer cuando el padre Deras Guillén falleció, afirmaron que nunca habló que fue abusada sexualmente y que solo los buscó para pedirles una ayuda económica para su hijo.
Antes de morir el sacerdote hizo testamento y declaró heredero universal al arzobispo Escobar Alas, a quien encomendó que una de las casas que poseía la entregara a su familia. Deras Guillén no dejó nada para su hijo, pero ahora la mujer reclama herencia.