Lorena Flores Moscoso habla sobre como la participación ciudadana esta ganando terreno en espacios de gobernanza.
Lorena Flores Moscoso
Lorena Flores Moscoso
Formación Académica: Licenciada en Ecoturismo UVG, Licenciada en Letras UVG, Maestría en Educación Superior UVG, Maestría en Administración de Empresas Turísticas Universidad Santiago de Compostela. Acutalmente Maestría en Estudios Ambientales UVG (trabajo de graduación).
Espacios de gobernanza, la participación ciudadana ganando terreno
La participación ciudadana ha cobrado fuerza en el ámbito político guatemalteco durante los últimos meses. Para algunos, incluso, esta movilización es un soplo de la tan ansiada primavera que han experimentado otras regiones. Cómo catalogarlo: ¿un movimiento de clase media, un movimiento nacional o un movimiento guatemalteco?
En términos generales, para mí estas acciones son producto del involucramiento de individuos, en un espacio público estatal y no estatal desde su identidad como ciudadanos, como miembros de este país donde escribir en tercera persona no es desligarse o no sentirse parte.
Posiblemente este, como otros movimientos ciudadanos, han sido una sorpresa para el más experimentado analista político. Tal es el ejemplo europeo del movimiento italiano Movimiento Cinco Estrellas o M5S. Nadie hubiera previsto que el humorista Beppe Grillo y su movimiento se pudieran convertirse en el partido más votado en las elecciones generales pasadas con casi un tercio de los votos.
Beppe Grill, había sido vetado años atrás de la televisión italiana tras haber cuestionado desde la sátira la corrupción de los socialistas; cuando el socialismo parecía una panacea y la única ruta. Hay que hacer la salvedad que aunque pareciera una tendencia que un humorista salte a la palestra política no todos tienen el material que se necesita. Recordemos que antes también ha habido actores de cine, actrices pornográficas o vedettes que quieren darle un giro político a su profesión y lo han conseguido, con menor o mayor éxito.
Asímismo, no importando el contexto geográfico, muchos gobiernos sin importar su ideología, ejercen corrupción. De igual forma, sin importar el país o la región existe en los ciudadanos, víctimas de esta corrupción, el deseo de detenerla o (utópicamente) de erradicarla. Para esto se organizan como individuos y colectivos para pronunciarse. No solo desde la calle sino desde las redes sociales, desde su hogar y sobre todo desde diferentes líneas de pensamiento, edades y estratos socioeconómicos.
Los estudiantes universitarios han adquirido protagonismo y en las marchas se pueden observar unidos, en las aulas: discutiendo, proponiendo o denunciando. Otra vez, sin ninguna bandera ideológica sino solo como ciudadanos. En unos años quizás podremos verlos como un partido político o como servidores públicos, convirtiendo la indignación en cambio político como lo planteó Podemos en España
La participación ciudadana organizada es un recurso importante para la construcción de una visión común de país y la consolidación de la democracia. Este tipo de movimiento fortalece la gestión de cualquier gobierno y contribuye a la eficacia de su desempeño; otorga legitimidad en las políticas públicas. Además, incluye los intereses sociales en la agenda pública, involucra a la ciudadanía en procesos decisorios y valida la función de la sociedad civil.
La sociedad civil guatemalteca se encuentra pugnando por un proceso social y político encaminado a transformar las condiciones en las que se ejerce sus derechos. Los espacios de participación ganados no han dependido de la voluntad política de los gobernantes, poseen un carácter meramente consultivo y participatorio; por ello es necesario que se establezcan mecanismos orientados a garantizar la permanencia de los mismos y en la regulación de la vida pública.