30/12/2015
Por Luis Fernando Alejos
Temo por los cuatro años que enfrenta el país en el que vivo. No seré romántico y llamarlo «mi país», pues dudo que esta nave madre me reconozca como su tripulante, más allá de los aspectos estrictamente formales (contribuyente tributario, vecino de zona X, registrado en padrón electoral Y, usuario de Internet identificado por mi IP). En fin, anticipo que formas de rebeldía que pienso ejercer ante la administración Morales serán: 1) Nunca referirme a su primer nombre, como una forma de censura sutil; prefiero elegir su nombre original (James) o el acto de performance racista que lo acompañará por el resto de sus días: Blackface, 2) Intervenir fotografías suyas y pixelar su imagen, al punto de reproducirlas en forma de sticker. Aquí mi primera entrega (a partir de la fotografía original de Santiago Billy):

- No lo buscaron en su casa. “En Mariscal Zavala no temo por mi vida, pero en otra cárcel sí, porque allí hay narcos y recuérdese que yo fui funcionario y en el gobierno de Álvaro Colom se capturaron a varias de estas personas”, Gustavo Alejos Cámbara. Primero: limosnero y con garrote. Luego, está prófugo desde hace dos meses, ¿y ahora pretende (y obtiene) lujos?
- James no es Dylan. En la serie original Beverly Hills 90210, Dylan McKay vivía en un hotel. La soledad y el privilegio eran una broma cruel. Y en la misma línea, mas no ficticia, de sadismo existencial, James vive en un hotel guatemalteco. «El cambio de residencia de un funcionario público es cuestión personal y privada, sin embargo, lo peculiar del caso es que la habitación individual más barata en ese hotel cuesta ciento cincuenta y nueve dólares, por lo que si consideramos que reside allí desde el 25 de octubre, y que evidentemente sus hijos no comparten la habitación de sus padres, como tampoco los custodios que la SAAS le ha asignado, hasta la noche de Navidad el futuro funcionario habría desembolsado, como mínimo, entre treinta y veinticinco mil dólares americanos, si es que optó por las habitaciones más baratas y el hotel le hizo el 30% de descuento que promete para ciertas reservaciones». (Virgilio Álvarez Aragón) Si le preguntara a James cómo duerme por las noches, al darse la gran vida sin tan siquiera haber asumido el cargo, probablemente respondería: «Como lo haría una liebre que recibe las mejores atenciones de su amigo, el hotel boutique Adriátika»
- Alguien debería reseñar libros en 100 palabras o menos. Alguien lo hace.
- Propósito de año nuevo: aprender a hacer mejores gifs.