La empresa global de agua carbonatada, Coca-Cola, da un giro positivo a su marca en una nueva estrategia de marketing: The Coca-Cola Tattoo Can. El arte corporal y la sensación de pertenencia de clientes hispanohablantes confluyen por medio de un spot publicitario que «ha sido interpretado como una respuesta a los comentarios de Donald Trump que han causado indignación en esta comunidad».
