Luis Fernando Alejos y Susette Solórzano hablan sobre ejemplos de compañías y marcas que valoran la sostenibilidad.
La sostenibilidad como parte del juego o negocio
Por Luis Fernando Alejos
En los tiempos en los que vivimos debe ser prioritario, para emprendedores o empresarios por igual, ver el panorama completo. “Si bien es cierto, que diferentes compañías alrededor del mundo empezaron por el camino de la sostenibilidad por alguna presión comercial o de un grupo de interés, también es evidente que tarde o temprano deben inculcar una cultura que promueva la toma de decisiones que reduzca cualquier conflicto de interés, corrupción o soborno,” escribió Karen Wantland en un artículo reciente de Ethical Brands. Conflicto de interés... me parece contundente reconocer lo amplio del espectro que esto puede representar.
Una empresa con prácticas de sostenibilidad, de igual forma puede calificar alto en otros indicadores empresariales, y viceversa. En un listado reciente de Great Place to Work® México, en el que figuran las mejores empresas para trabajar en términos de equidad de género figura en el número 11 Monsanto. La compañía de biotecnología y farmacéutica ha recibido acusaciones “por alimentar de forma inapropiada a los niños, por causar catástrofes ecológicas y por demandar a familias de granjeros en problemas para defender sus patentes.” Y en Guatemala, Monsanto no es sinónimo de sostenibilidad precisamente. Y así es como imagino pueden cohabitar realidades incómodas, sin que los conflictos de interés sean aparentes o necesarios.
Un ejemplo positivo
Desde hace varias semanas, cuando en Ethical Brands se planteó la ética, la RSE y la sostenibilidad como parte de los temas a abordar recordé una entrevista que hice el año pasado, con ejecutivos de la marca Baobab. “Nuestro enfoque es hacer productos naturales, orgánicos, de muy alto nivel, que la gente los disfrute. Pero también tienen un propósito: compartir la higiene y salud,” explicaba Alejandro Torún, cofundador, en alusión a Manos felices, un programa para dotar de jabón a escuelas públicas en áreas urbanas y rurales; con el valor añadido de fomentar la prevención de desnutrición infantil y enfermedades gastrointestinales.
La historia de Baobab difiere mucho de otra marca que había considerado plantear como sostenible y ética, American Apparel. Publicidad hipersexual para promover ropa fabricada en un modelo de negocio ajeno a las maquilas era parte de la narrativa de esta marca. Sin embargo, una búsqueda rápida en la red permite descubrir que la empresa tiene serios problemas internos (y escándalos legales) que me hacen eliminarla como caso de éxito.
Las palabras de Wantland hacen eco respecto de la idea que mencioné al inicio, el conflicto de interés: “Una empresa ética no pone en juego ningún valor social o ambiental sobre el económico y toma las decisiones pensando en el bienestar de todos sus grupos de interés, no solo en relación a los dueños o accionistas.” Brindo por que exista una mayor cantidad de compañías que podamos citar como éticas, a pesar de las eventualidades que implica operar en una economía capitalista. Debe ser posible, ¿no?
Susette Solórzano - Fundadora de Genius Assistant
Susette Solórzano - Fundadora de Genius Assistant
Actualmente es Fundadora de Genius Assistant, una empresa que se dedica a desarrollar programas en línea y presenciales en técnicas avanzadas de ejecución y productividad personal para Empresarios, Directivos, Ejecutivos y Asistentes de Negocios.
La Productividad Personal y la Sostenibilidad
Por Susette Solórzano
La productividad personal y el alto desempeño forman o permiten que una persona desarrolle su máximo potencial a través de 5 elementos:
- la mentalidad
- el estado físico
- las técnicas o estrategias de productividad
- el nivel de influencia
- su propósito
Estas prácticas buscan que una persona logre alcanzar sus metas, alejándola del concepto estándar que se maneja en el mundo de los negocios: que una persona productiva es la que más horas dedica al trabajo.
La fuerza laboral se ha convertido en piezas “desechables” de máquinas que trabajan sin parar 24 horas 7 días de la semana.
Las empresas contratan a los candidatos por su talento o lo que pueden hacer por la empresa. Para mantener el ritmo acelerado de producción, las demandas del mercado y el flujo de efectivo someten a su equipo a largas jornadas de trabajo en condiciones poco favorables.
Ahora, con el pasar de los meses, ese candidato muy prometedor comete errores, su desempeño no es el mismo, ni la actitud con la que empezó. Las marcas se cuestionan si fallaron en el proceso de contratación o si en realidad la persona estaba capacitada para cumplir con las funciones cuando el gran problema es que el ritmo y las condiciones laborales “exprimen” a las personas dejándolas mental y físicamente agotadas. Esto da lugar a falta de enfoque, cansancio, errores y niveles de motivación bajos.
Una marca que busca ser sostenible debe tener dentro de sus prácticas un ambiente que promueva la productividad y el alto desempeño.
La productividad no es hacer más, es hacer menos de manera más efectiva.
Una marca socialmente responsable tiene un propósito y una visión claramente defina de cómo quiere aportar y hacer un impacto a futuro.
Una marca socialmente responsable es muy atractiva para la fuerza laboral que tiene un propósito y que busca dejar su huella en el mundo. Así se unen dos piezas de un rompecabezas muy poderoso.
Las marcas, para mantener la sostenibilidad, necesitan esa claridad y visión que proporcionan los planes bien formulados, y mantener el curso de acción a través del enfoque en la ejecución con responsabilidad. Prácticas que demuestran la integridad a una marca.
La sostenibilidad se logra cuando la marca se mantiene fiel a su visión, sus valores y logra exponenciarlos a través de su personal aportando a sus propios valores, propósito y bienestar personal. De esta manera, el equipo crece, es productivo y aporta esa energía, conocimiento y pasión a su empresa y sus resultados manteniendo la sostenibilidad.
Con mi marca Genius Assistant, me dedico a ayudar a empresarios a desarrollar y mantener marcas sostenibles a través de mi programa Directivo de Alto Nivel y a aumentar la productividad y desarrollo de un grupo de mujeres con el que me siento muy identificada, las asistentes personales o de negocios, con mi programa Asistente de Clase Mundial.